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viernes, 3 de febrero de 2012

Es por ti que veo ríos
donde sólo hay asfalto
Es por ti que hay océanos
donde sólo había charcos.
Es por ti que soy un duende
cómplice del viento
que se escapa de madrugada
para colarse por tu ventana.
Es por ti que no hay cadenas
si sigo el ritmo de tus caderas.
Es por ti que rozo la locura
cuando navego por tu cintura.
Es por ti que soy un duende
cómplice del viento
que se escapa de madrugada
para colarse por tu ventana.
Y decirte...
Tus labios son de seda,
tus dientes del color de la luna llena,
tu risa la sangre que corre por mis venas,
tus besos la tinta de mis versos,
que siempre te cuentan.
Oh, oh, oh...
Es por ti que veo ríos
donde sólo hay asfalto
Es por ti que hay océanos
donde sólo había charcos.
Es por ti que soy un duende
cómplice del viento
que se escapa de madrugada
para colarse por tu ventana.
Tus labios son de seda,
tus dientes del color de la luna llena,
tu risa la sangre que corre por mis venas,
tus besos la tinta de mis versos
que siempre te cuentan.
Oh, oh, oh...
Que siempre te cuentan.

A las niñas buenas les gustan los chicos malos. Los niños se convierten antes en adultos y los adultos cada vez se comportan más como niños. Ahora los paquetes de chicles son paquetes de condones. Ya no se juega con muñecas ni juguetes, ahora se juega con los sentimientos. Todos queremos vivir como si no hubiese mañana, como si hoy fuese el último día de tu vida. En realidad lo que más nos gusta es lo prohibido, saber que algo está mal es lo único que necesitamos para desearlo.